28 de mayo de 2014

Cronica Hercules Xtrem

Este pasado sábado nos hemos vuelto a dar cita en una de las pruebas más bonitas del calendario gallego; sin duda un circuíto pensado para el disfrute tanto de los triatletas como del público.
Circuíto duro, al fin y al cabo no deja de ser lo que denominamos un "medio" Ironman, pero que nuestros triatletas han calificado de más duro de lo habitual a la conclusión del mismo. 
Desde nuestro club contamos con la participación de varios triatletas, tanto en modalidad individual como en la de relevos.
Sin olvidarnos del apoyo de familiares y amigos que cada vez parecen ser más numerosos, gesto que sin duda queremos agradecer.

La prueba comienza a las 15:30 de la tarde, con un ambiente extraordinario, nuestros competidores que participan de manera individual( entre ellos: Juan, Nacho, Javi...)  se disponen para salir, bajo una pasmosa organización y un marco inigualable comienzan la natación. Tan solo diez minutos mas tarde sale Abel, encargado de la natación en nuestro único grupo en la modalidad de relevos.

Nos movemos hacia la zona de transición, en el agua solo apreciamos unas miniaturas de colores que no sabemos diferenciar, además queremos ver la llegada de nuestros participantes a la zona donde unos seguirán con esfuerzo la prueba, y otros como Pablo que toman el testigo de su compañero para empezar su parte de la prueba.

Lo que en un principio iban a ser 90 km de ciclismo, se acaban convirtiendo en 77, o lo que es lo mismo, 5 vueltas de circuíto.
Vemos pasar a nuestros atletas, dos veces por vuelta desde donde hemos logrado posicionarnos, observando como sufren cada vez más a cada vuelta, y dándoles todo el ánimo y aliento que podemos. 
Entran de nuevo a la zona de transición los primeros ( nuestros atletas individuales) y pocos minutos después nuestro representante de relevos, que viene algo tocado de la última vuelta, pero que realiza un último esfuerzo para llegar a " dar el toque" a su compañero Víctor; lo logran y comienza la última etapa de la prueba.

Tanteo definitivo, los 21,1 km de carrera a pie, dos vueltas a otro circuíto realmente duro, con grandes subidas pero con pequeños parajes para que todo aquel que observe la carrera a esa última hora de la tarde se quede realmente perplejo. 
Aquí es donde la frescura de nuestro componente de relevos ayuda a hacer mejor tiempo que sus compañeros ( que han hecho la prueba en solitario) a los que adelanta por el camino, para cruzar
la meta en algo menos de una hora y media, acompañado en los últimos 300 metros de sus otros dos compañeros de prueba, que acaban por ser décimos en su categoría.

Minutos después empiezan a entrar el resto de triatletas, todos ellos en solitario y superando todo tipo de expectativas...

Por último, a cada Finisher se le entrega una medalla, y un neceser con detalles de regalo, a mayores fruta, iogures, empanada y pizza para recomponerse.

Una cita a la que desde luego fascina acudir, por su dificultad pero también por su espléndida organización.

Una vez más, orgullosos de nuestros triatletas, a los que seguiremos admirando y apoyando.

1 comentario:

  1. Una crónica muy bonita!!! te quedas con ganas de haber estado allí !! Todos los medios y los Ironman son impresionantes y muy emocionantes sobre todo si conoces a alguna de las personas que participan. Sin duda una experiencia.

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